El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en mujeres y la segunda causa de muerte a nivel mundial en esta población. Esta enfermedad es compleja y está influenciada por muchos factores. En el tumor, las células cancerosas interactúan con otros tipos de células, lo que puede hacer que el cáncer crezca y se vuelva más agresivo.
Un tipo especial de células, llamadas células troncales mesenquimales, puede llegar al tumor desde lugares distantes del cuerpo, como la médula ósea. Estas células tienen la capacidad de transformarse y, cuando están bajo la influencia del tumor, pueden contribuir a su desarrollo al favorecer procesos celulares clave como la supervivencia y la proliferación de las células cancerosas, además de la resistencia a ciertos medicamentos.
En el Laboratorio de Biología Molecular de la EMUP, liderado por el Dr. Salomón Hernández, y en colaboración con el Dr. Juan José Montesinos de la UIMEO-Centro Médico Nacional Siglo XXI y el Dr. Bulmaro Cisneros del CINVESTAV-IPN, decidimos investigar cómo las células troncales mesenquimales influyen en el cáncer de mama y en el sistema inmune, un tema aún poco explorado.
En nuestros experimentos, observamos que las células troncales mesenquimales de médula ósea pueden afectar de manera diferente a células de cáncer de mama según su grado de agresividad. Probamos dos tipos de células de cáncer de mama: las MDA-MB-231, que son más agresivas (subtipo triple negativo), y las BT-474, que son menos agresivas (subtipo luminal). Descubrimos que en las células más agresivas, las células troncales mesenquimales promueven la expresión de genes que fortalecen su capacidad para evadir al sistema inmune, disminuyendo las células T (que pueden atacar al tumor) y promoviendo linfocitos T reguladores (que pueden suprimir la respuesta inmune).
Estos efectos no se observaron en el caso de las células menos agresivas (BT-474). Gracias a estos hallazgos, obtuve el título de Doctor en Ciencias en Genética y Biología Molecular por el CINVESTAV-IPN.
Hoy en día, el Dr. Hernández y yo sabemos que aún falta mucho por investigar para entender mejor la comunicación entre las células de cáncer de mama y las células troncales mesenquimales. Sin embargo, este conocimiento podría ayudar a diseñar futuras terapias para frenar la agresividad del cáncer de mama.