Se inició el año con las convivencias de alumnos y alumnas de la facultad. Se llevaron a cabo en el bello entorno natural de la hacienda de Mimiahuapan, ofreciendo un espacio para fortalecer lazos entre estudiantes, reflexionar y disfrutar de actividades recreativas.

La convivencia varonil se realizó del 10 al 12 de enero donde se habló de los aspectos éticos y humanos en el área de la salud, el impacto emocional que implica y cómo lidiar con él, coordinado por el Dr. Víctor Gálvez, profesor investigador de la Escuela de Psicología. También se habló del Movimiento Paralímpico coordinado por el Dr. José Villela, egresado de la Escuela de Medicina, profesor de la Facultad y atleta paralímpico.

Mientras que la convivencia femenil tuvo lugar del 7 al 9 de febrero y abordó la toma de decisiones éticas en situaciones críticas con el apoyo de la MBA. Jessica Gutiérrez, directora de la Escuela de Enfermería y de la hospitalidad en ciencias de la salud por la Mtra. Verónica Roaro, subdirectora de Estudiantes y Vinculación de la Facultad.

Ambos eventos contaron con actividades al aire libre, talleres formativos y momentos de esparcimiento que aprovecharon al máximo las instalaciones de la hacienda, un lugar ideal para desconectarse de la rutina académica.


Estas iniciativas reflejan el enfoque de la Universidad Panamericana por complementar la formación académica de sus estudiantes con experiencias que refuercen valores como la solidaridad y la empatía, esenciales para los futuros profesionales de la salud. Tanto las alumnas como los alumnos regresaron con memorias inolvidables y una renovada energía para enfrentar los retos del semestre.

Convencia en Mimiahuapan por Santiago León Carrillo de 2ndo año de Medicina
Desde el primer momento, la convivencia comenzó con entusiasmo y expectativa mientras esperábamos el camión. En ese instante, tomamos la iniciativa de mezclarnos con compañeros de diferentes grupos, lo que nos permitió ampliar nuestro círculo social y fortalecer los lazos dentro de la comunidad UP. La emoción por el viaje se reflejaba en nuestras conversaciones y risas, anticipando un fin de semana lleno de experiencias significativas. Al llegar a Mimiahuapan, nos encontramos con un entorno natural impresionante, rodeado de montañas y vegetación exuberante. La tranquilidad del lugar nos permitió desconectarnos de la rutina y sumergirnos por completo en la convivencia. Uno de los aspectos más enriquecedores de esta experiencia fue la oportunidad de interactuar con algunos de nuestros profesores en un contexto distinto al académico.
Durante las charlas informales, pudimos abordar temas que en las aulas rara vez se discuten, como anécdotas personales, consejos de vida y reflexiones sobre nuestro futuro profesional. Esta cercanía con ellos nos permitió conocerlos desde una perspectiva más humana y fortalecer nuestro respeto y admiración por su labor.
El diálogo entre compañeros también jugó un papel fundamental en nuestra experiencia. A lo largo de diversas actividades, descubrimos nuevas facetas de quienes nos rodean, compartiendo pensamientos sobre nuestra vida personal, valores y espiritualidad. Estas conversaciones profundas nos ayudaron a conectar a un nivel más genuino, creando vínculos que sin duda perdurarán más allá del viaje.
Las actividades recreativas fueron otro punto destacado del fin de semana. Organizamos partidos de fútbol en los que todos participaron con entusiasmo, fomentando el trabajo en equipo y la sana competencia. También realizamos una caminata por los senderos del bosque, lo que nos permitió admirar la belleza del paisaje, respirar aire puro y maravillarnos con la naturaleza. Cada paso en el recorrido nos llevaba a vistas más espectaculares, culminando en un mirador donde presenciamos un amanecer inolvidable. El cielo se pintó de tonos dorados y anaranjados, un espectáculo que nos dejó sin palabras y se convirtió en uno de los momentos más especiales del viaje.
En definitiva, esta convivencia fue una experiencia transformadora que nos permitió fortalecer amistades, conectar con nuestros profesores y disfrutar de la belleza natural de Mimiahuapan. Fue un fin de semana lleno de aprendizaje, diversión y momentos inolvidables que recomiendo a cualquier persona que busque una oportunidad para crecer tanto personal como socialmente.
Convivencia de Mujeres de Ciencias de la Salud en Mimihuapan: Un Encuentro de Aprendizaje y Diversión por Paula Garcia Olea estudiante de 6to semestre de Enfermería
El pasado 8 de febrero, un grupo de estudiantes de la comunidad de Ciencias de la Salud nos reunimos en la antigua hacienda taurina de Mimihuapan para participar en una jornada única de convivencia, aprendizaje y esparcimiento.
La convivencia comenzó con una interesante charla sobre bioética, donde aprendimos cómo tomar decisiones aunque se tenga una opinión diferente. También aprendimos a realizar la ventaja de Johari y a tomar una decisión siempre priorizando nuestros valores y haciendo lo correcto, sin dejarse llevar por opiniones diferentes. Además, reflexionamos sobre la importancia de los principios éticos en el ámbito de la salud, generando un espacio de intercambio de ideas y experiencias.
Tras la reflexión, tuvimos la oportunidad de disfrutar de una deliciosa comida, preparada por mujeres de la hacienda, que ofreció una variedad de platillos típicos que destacaron por su sabor y frescura.
Para equilibrar el aprendizaje con la relajación, nos organizaron diversas actividades recreativas que incluyeron una divertida sesión de baile, así como una caminata hacia el cerro de Mimihuapan, donde disfrutamos de las vistas panorámicas y concetamos con la naturaleza.
Este encuentro no solo fue una excelente oportunidad para compartir conocimientos, sino también para fortalecer los lazos entre mujeres de las tres carreras en ciencias de la salud, creando una red de apoyo y colaboración que seguirá creciendo.